Consejos Bíblicos para Padres
Familia Cortés Arrieta |
En primer lugar, usted como padre debe tener claro que:
Los hijos son herencia del Señor:
Salmo 127:3 3 He aquí, herencia de
Jehová son los hijos; Cosa de estima el
fruto del vientre.
Un error frecuente que los seres humanos cometemos, es que llegamos a pensar y a actuar como si
fuésemos los dueños de todo lo que
tenemos. Basta con que meditemos en la
manera en que hablamos, quizás muchos de
nosotros hemos dicho o decimos frases como:
“Esta es mi casa”, “mi carro”, “mi empresa”, “mis negocios”, “mi
dinero”, “es mi vida”… ¡Nos adueñamos de todo! Y ¿no es cierto que a usted como
padre le gusta decir “estos son mis
hijos”.?
Pero existe un problema cuando
pensamos de esta manera, el problema es que ni usted ni yo somos dueños de algo aquí en la tierra,
Dios es el dueño… nosotros somos simples administradores de lo que él nos ha
dado.
Para llegar a ser un buen padre o madre, lo primero que se debe entender es que ¡los hijos no son suyos, son del
Señor! –Los hijos son una herencia que Dios le ha dado (y algunos tienen
herencias más grandes y gorditas que otros).
Es interesante meditar en la comparación que el salmista hace de los hijos en el salmo que
leímos ¿Por qué los comparará con una herencia? – Porque hay 2 cosas que usted como padre debe entender, primero:
los hijos son valiosos y segundo: ellos
no son suyos, son propiedad de Dios, él se los ha confiado a usted para que haga de
ellos hombres y mujeres de bien. Pero
existe un problema con las herencias, ¿sabe cuál es? - que si usted la
administra mal, sino no hace buen uso de
ella se puede desperdiciar,
malgastar y hasta perder.
¿Está usted administrando bien la
herencia que Dios le ha dado? -Esta herencia, que son sus hijos, sólo se puede
administrar bien si usted sigue los principios y lineamientos que Dios le ha
dejado en su palabra, veamos algunos de ellos:
Busque en su Biblia Efesios 6
Ubiquémonos en el contexto: Del capítulo 5: 21-33 al 6:1-4 de la carta a los Efesios, son la sección que
el Apóstol Pablo dedicó para enseñarnos como debe actuar una familia cristiana,
no nos detendremos en el tema de las responsabilidades de los hijos (Ef. 6:1-3)
sino que nos enfocaremos en lo que compete a los padres (Efesios 6:4).
Efesios 6:4 4Y vosotros, padres, no provoquéis a ira a vuestros hijos,
sino criadlos en disciplina y amonestación del Señor.
Observemos algunos detalles, el pasaje podemos dividirlo en 2 secciones, primero comienza diciendo lo que
usted como padre NO debe hacer y luego
finaliza enfatizando lo que SI es necesario que usted haga.
I) Lo que no debe hacer –
Provocar a ira a sus hijos. “Provocar a ira” puede entenderse como motivar al
enojo. Usted como padre de familia puede estar
provocando a ira a sus hijos de
forma consciente o inconsciente. Le menciono algunas cosas que provocan a ira a
sus hijos:
a) Siendo un padre/madre muy
exigente: Algunos padres les exigen a sus hijos lo que ellos nunca lograron y
eso es un error. Les exigen las mejores calificaciones de la clase, que sean los mejores en todo. Usted debe entender
que su hijo no es perfecto como tampoco usted lo es.
b) Los humillan en público:
No castigue a sus hijos preadolescentes/adolecentes en público, con esto solo logrará que sus
hijos se llenen de rencor. Existe un momento y lugar para el castigo, no
humille a sus hijos delante de la gente o delante de sus amigos. (a cuantos
padres les gusta hacer esto)
c) Siendo inconsistentes
con el ejemplo: Algunos padres les dicen a sus hijos que oren, lean la Biblia,
vayan a la iglesia… pero ellos nunca dan el ejemplo. La hipocresía en los
padres es una de las razones por las cuales los hijos al crecer se alejan de
las cosas de Dios, los padres les modelan en los hijos un falso cristianismo.
d) Mostrando favoritismo
entre los hijos. ¿Recuerda usted la historia de Jacob y si hijo José? – La
preferencia de Jacob por José fue uno de los
factores que motivó a los otros hermanos a odiar a José hasta el punto
de tratar de deshacerse de él. Usted como padre no debe tener hijos preferidos
(¿tiene usted algún hijo/a preferido?- espero que no).
e) No los compare. Ni con
otros niños ni con sus mismos hermanos.
Nunca use frases como “¿Por qué no
eres más como tu hermano?” o “Tu hermana obtiene buenas notas y ¿tu por
qué no lo haces?”. Si usted hace eso, lo único que conseguirá es crear un
sentimiento de inferioridad y rencor en sus hijos. Como padre de familia debe recordar que cada
hijo es diferente (no todos son inteligentes, ni bonitos o atléticos) pero es
su responsabilidad demostrarles el mismo amor.
f) Siendo sobreprotector.
Es cierto, su responsabilidad es proteger a sus hijos, pero también debe
enseñarles a valerse por sí mismos, a tomar riesgos. No haga como algunos padres que los hijos
tienen 15 años de edad y aún los llevan de la mano a escuela (y no les dan
dinero sino que los mandan con la
lonchera).
g) Burlándose de ellos. ¡Nunca se burle de sus hijos! Usted no sabe cuánto
daño les hace al burlarse o al decirles frases como “es que eres pasmado/a” “¿y que no tienes
cerebro?” “Es que eres un gran tonto”.
–Algunos padres tratan a sus hijos de esa manera y luego andan afligidos
buscando un psicólogo que les ayude con la autoestima de los hijos. Ríase con
sus hijos no de ellos.
II) Lo que si debe hacer. “..sino criadlos en
disciplina y amonestación del Señor”
En esta segunda parte, la Palabra de Dios deja claro de quien es la responsabilidad de criar
a los hijos – ¡Es de los padres!, no de los abuelos, ni de los tíos o tías,
tampoco es de los maestros de escuela dominical -SI usted es el padre o la
madre entonces es su responsabilidad criar a sus hijos, no descuide su responsabilidad ni se la ceda a otros, porque
recuerde que Dios a quien le pedirá
cuentas es a usted, sus hijos son la herencia de Jehová.
a) “Criadlos en disciplina y
amonestación del Señor” –La palabra
disciplina podemos entenderla como instrucción y corrección. Usted debe
instruir y corregir a sus hijos de forma
verbal, pero cuando amerite también debe
hacerlo de forma física.
“Amonestación del Señor” – Se refiere a advertencia, represión o
censura. Usted primero instruye a sus
hijos, les enseña, luego les advierte y si no obedecen… ¿qué debe hacer?
¿Ponerse a llorar? ¿Llamar a la súper-niñera para que le llegue a solucionar
los problemas de disciplina de sus hijos? – ¡No!, debe castigar la desobediencia.
Uno de los problemas de los padres de hoy es que no castigan la
desobediencia, al contrario la celebran, por ejemplo: algunos padres permiten
que sus hijos pequeños les peguen, y hasta les aplauden cuando les dan algún golpe en la cara, si
usted permite eso ¿qué sucederá cuando tengan 12 años?
Escuché de un pastor que cuando sus hijos desobedecen sus instrucciones
y advertencias, les dice: -“Bueno, cono no quieren obedecer… entonces tendremos
que hacerle una visita al psicólogo”-¿Sabe quién es el psicólogo? Es una
pequeña reglita de madera con la que castiga a sus hijos (Le aclaro que al
hablar de castigo físico la biblia no le autoriza a maltratar o lesionar a sus hijos, pero si hace énfasis en la obligación de los padres
de castigar la desobediencia de ellos). Tanto la disciplina y a amonestación
deben hacerse basadas en las instrucciones de la Biblia.
Antes de ver algunos versículos que le ayudarán a entender más sobre la
disciplina, no puedo evitar recordarle que la instrucción más importante que
debe darle a sus hijos es la relacionada a la salvación. ¿Les ha enseñado a sus hijos cómo pueden
ellos ser salvos? ¿Les ha explicado el mensaje del evangelio? –Le recuerdo que
usted no debe forzar a sus hijos a creer en Jesús (la decisión debe ser
voluntaria y consiente), pero si debe exponerles el evangelio, al final es el
Espíritu Santo y la Palabra de Dios quienes harán la obra en ellos.
Recuerde lo que dice Deuteronomio 6:6-8 (Dios Habla Hoy)
“Grábate en la mente todas las cosas que hoy te he dicho, y enséñaselas
continuamente a tus hijos; háblales de ellas, tanto en tu casa como en el
camino, y cuando te acuestes y cuando te levantes. Lleva estos mandamientos
atados en tu mano y en tu frente como señales, y escríbelos también en los
postes y en las puertas de tu casa”
-Usted debe entender que el enseñar la Palabra de Dios y exponer el
evangelio es responsabilidad suya como padre, la iglesia o la Escuela Dominical
son sólo sus colaboradores.
Volviendo al tema de la instrucción y disciplina, podemos considerar algunos pasajes:
-La importancia de la instrucción
Prov. 22:6 Instruye al niño en
su camino, Y aun cuando fuere viejo no se apartará de él.
“Educa a tu hijo desde niño, y aun cuando llegue a viejo seguirá tus
enseñanzas”. (Lenguaje Actual)
-La disciplina es señal de amor:
Prov. 3:12 Porque Jehová al que
ama castiga, Como el padre al hijo a quien quiere. (Heb12:6, Ap. 3:19)
Prov. 13:24 El que detiene el castigo, a su hijo
aborrece; Mas el que lo ama, desde temprano lo corrige.
-Beneficios de la disciplina: Prov. 29:15 La vara y la corrección dan sabiduría; Mas
el muchacho consentido avergonzará a su madre… 17Corrige a tu hijo, y te dará
descanso, Y dará alegría a tu alma.
Concluyo con este pensamiento: Un buen padre/madre no provoca a ira a
sus hijos sino que los cría en disciplina y amonestación de Señor. Un buen padre/madre hace todo con amor y por
amor, deseando con todo su corazón imitar
al Padre por excelencia, nuestro amado Dios.
-Dios les bendiga
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