Estudio Bíblico de Edificación
Dejando las preocupaciones en manos de Dios.
Base Bíblica: Mateo 6:25-43
Introducción
Las preocupaciones por las carencias materiales desvían al cristiano de su vida espiritual y le llevan a poner su mirada en aquello que le hace falta. Incluso una actitud así torna desagradecidos a quienes han recibido mucho del Creador. No valoran la provisión de cada día. El propósito de Dios para nosotros es que estemos libres de preocupaciones.
I.- Las preocupaciones nos roban la felicidad (v. 25).
1.- Las preocupaciones nos impiden vivir a plenitud (v. 25).
a.- Generalmente nos preocupamos por insignificancias que dimensionamos.
b.- Nos preocupa más la vida material que la espiritual (v. 25 b).
c.- Despreocuparse por confiar en Dios no es ser irresponsable.
2.- No valoramos la vida.
a.- ¿No es la vida más que el alimento? (vv.25 b, 26 b y 30 b).
b.- Dios no nos llamó para ser sumidos en amargura.
c.- Dios no espera que nos desgastemos física y emocionalmente por insignificancias.
II.- Las preocupaciones nos ciegan al poder de Dios (vv.26-30).
1.- Dios cuida de toda su creación (v. 26 a).
2.- Dios tiene todo cuidadosamente calculado (vv.28-30).
3.- Dios no mira lo externo sino lo interno (vv.28-30).
III.- Al dejar las preocupaciones en manos de Dios comenzamos a vivir (vv.31-34).
1.- Estamos llamados a abandonar la amargura.
a.- Cristo nos llama a valorar las dificultades en su proporción real (v. 31).
b.- Cristo nos llama a salir del sistema materialista (v. 32 a).
c.- Cristo nos llama a confiar en la provisión divina (v. 32 b).
2.- Estamos llamados a vivir, recuperando el tiempo perdido.
a.- Cristo nos llama a dar prelación a la vida espiritual (v. 33).
b.- Cristo nos llama a una nueva vida. El hoy en Dios (v. 34).
Conclusión
Cuando depositamos nuestra confianza en Dios, nos liberamos de la enorme carga de preocupaciones que nos asedian y roban nuestra paz. Es necesario aprender a descargarnos. ¿De qué manera? Tomando que no hay absolutamente nada imposible para Dios. Él lo puede absolutamente todo. Y si las carencias económicas, problemas de salud e incluso nuestras relaciones interpersonales las llevamos a la presencia del Padre, sin duda recibiremos oportuna respuesta.
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